miércoles, 9 de marzo de 2011

ARMONIZARSE CON EL UNIVERSO.


“ Cultivar el espíritu. Alimentar con pensamientos agradables. Seleccionar las ideas que se presentan. Rechazar los pensamientos en el momento en que aparezcan. Dedicarse a la alegría y desechar la tristeza. Desechar el miedo...”

“ Basta el menor polvo para empañar un espejo “ Es por lo que la tarea del hombre consiste en desempolvar continuamente el espejo de su espíritu.
Estar “animado” es casi sinónimo de estar vivo. “Anima” en latín significa alma y corresponde a la palabra griega “Pneuma” que significa alma y soplo, aliento. Estos vocablos “antiguos” son los más aproximados a la palabra Ki que conocemos o utilizamos los occidentales para referirnos al Ki. El Ki es nuestra energía interna por lo que anima y da vida a todos los órganos de nuestro cuerpo.

Pero ¿qué es el Ki? No es el “soplo”, tampoco el “espíritu”, ni el magnetismo. No podemos todavía medir el Ki. Seguramente nunca lo logremos; el Ki está a la vez dentro y fuera de nosotros, en el Cielo y en la Tierra. Tal vez se podría decir que es la vibración de la Vida. Hay muchas expresiones populares que se refieren a este soplo, a esta energía que circula en nosotros ("Estar desfasado”, “cargar las pilas"..,)

Todo lo que se mueve tiene el Ki en todo momento. Consciente o inconscientemente. Y Si es así ¿Para qué sentir el Ki?

Sentir el Ki se traduce por “estar injertado en la Vida".

Cuando escuchamos la radio o vemos la televisión, existe a la vez energía e información. Es tal vez el mismo fenómeno que ocurre con el Ki, en el momento en el que se siente, pasan a nosotros energía e información y Vida. Sentir el Ki es pues aumentar el “capital-Vida" o por lo menos mejorarlo.

¿Cómo sentirlo? Respirando. Pero eso ya lo hacemos todos, de lo contrario moriríamos. ¿Pero respiramos como decía Lao-Tse? "El verdadero hombre respira desde los talones". Respirar Ki es respirar enérgicamente, es preciso no poner voluntad en ello, no forzar hay que relajarse y dejar hacer.

Esta energía viral, este Ki existe en todo el Universo. Según la tradición Taoísta, cada ser humano recibe al nacer:
- Una energía-sangre que le viene de su madre y que ligado a la Tierra es Yin,
- Una energía-soplo que viene del padre y que ligado al Cielo es Yang.

La energía-sangre y la energía-soplo circulan naturalmente en nuestro cuerpo sin que tengamos que ser conscientes de ello. Las dos circulan por nuestro organismo, pero mientras que la trayectoria de la sangre la podemos ver no podemos ver la trayectoria de la energía, sin embargo está ahí y va de órgano en órgano activando todas las células de nuestro cuerpo.


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