viernes, 3 de septiembre de 2010

SATORI (DESPERTAR)


Las acciones del cuerpo que se manifiestan por la respiración, el bostezo, el estornudo, el sollozo, las excreciones, etc. son manifestaciones del ki. En el ser humano no disciplinado, la mente está en permanente modificación, y el ki al que está íntimamente ligado hace lo mismo. Las inhibiciones, las frustraciones, la cólera, el miedo, etc. provocan consecuentemente bloqueos y congestiones del ki en ciertas zonas definidas del cuerpo. Algunas zonas sufren una hiperestimulación, y otras quedan completamente desvitalizadas. La acupuntura actúa a favor del reajuste y del equilibrio de la energía en el conjunto del cuerpo. A medida en que la mente se va liberando de sus “stress” y sus modificaciones van cesando, las zonas de energía se desbloquean y el ki comienza a circular más libremente por todas las partes del organismo, aportando vitalidad, fuerza y nutrición. El bostezo, por ejemplo, muestra un cambio importante en el aflujo y el reflujo del ki. la relajación de zonas congestionadas del cuerpoentraña una liberación de energía, el ki se manifiesta por el bostezo. Mientras el ego domine a la persona, el ki permanece limitado a las funciones del ego. Cuando uno alcanza el no-ego, el Ser puede entonces utilizar el ki que hay en él y en torno a él sin ninguna limitación.

El arte de no-actuar no tiene nada que ver con no emprender nada o noconstruir nada. Es ante todo el arte de ser uno con el entorno. Lo cual entraña automáticamente el respeto por las leyes por las que se rige la naturaleza, de la cual el hombre es un elemento fundamental. Este respeto por el orden natural establece una similitud de vibraciones entre el alma universal y el alma humana. Esto supone que por nuestra parte hay un conocimiento de las leyes de esta naturaleza. Cuando hablo de conocimiento,no me refiero a lo que tenemos almacenado en nuestro intelecto, sino a lo que hace que la persona se convierta un día en la encarnación viviente de estas leyes, y de la misma convertirse en un verdadero sabio que, como dice Lao Tse “crea sin poseer, actúa sin esperar nada, no se atrapa con los resultados de sus obras y en el abandono no se siente abandonado” A esto se llama la práctica de no-actuar del ego, pero de ninguna manera del Ser.

La realización es el despertar de lo que uno es. La persona que ha realizado el despertar vive en el mundo como cualquier otra, sólo que ya no está atada a este mundo y ya no sufre sus hechizos. El resultado de la realización del Ser se manifiesta a través del cerebro por un conocimiento inmediato que no está nunca sujeto a duda. Es una comprensión sintética e inteligente de las leyes que gobiernan la consciencia. Cuando el espíritu despierta de su largo y oscuro sueño, la mente se impregna súbitamente de los atributos de este espíritu, la persona se convierte en un kami o en un bosatsu. Se llena de una beatitud que nada podrá alterar. Es llevado por una fuerza que sabe pertenece al universo, irradia un amor constante, se convierte en un creador y un genio en la esfera de actividad que ha escogido. El intelecto se limita a algunos conocimientos específicos y le es imposible almacenar todos los conocimientos del mundo físico. Solamente el conocimiento del infinito trasciende al intelecto relativo y limitado. El satori, cualquiera que sea el grado en que se manifieste, es una visión directa de este conocimiento, antes de que quede reducido a una forma, un concepto o una ley. Es la poesía escondida tras el poema. Es el instante supremo del encuentro en kendo. Es la belleza que emana del arreglo de un ramo de flores. La realización se manifiesta por el sentimiento profundo de no ser el autor de los actos,y este sentimiento aparece cuando los actos están consagrados al Ser y el fruto de ellos se ofrece a lo que para ti represente el más alto aspecto de la divinidad. Hay queactuar libres del deseo de cualquier recompensa sea cual fuere, como dicen algunos, trabajar como el ambicioso pero sin ambición. Atente a este principio, permanece en segundo plano, atento a estar presente y permanece siendo el inmortal testigo de este mundo para sempre trastornado. Con un comportamiento tal y semejante confianza en tu naturaleza divina ¡qué te importan entonces los espejismos del mundo de la forma, qué te importan los O Fuda, los O-Manori, la invocación de los jizos, de los tens, de los djins, y de los kamis, tú que llevas en tu corazón la gloria de todos los budas juntos.

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